Los lavaderos eran un espacio que usaban las mujeres para lavar la ropa durante los siglos XIX y principios del XX.
No obstante, no se puede pasar por alto la función social que ejercían aunque fuese de manera indirecta. Estos lugares se convirtieron en centros de reunión de las mujeres humildes de la ciudad donde lavaban su ropa y, en ocasiones, la ropa de otras familias más pudientes dejando constancia de la diferencia de clases que se daba también en esta época.
Los lavaderos tenían tal importancia en la sociedad de aquel entonces que, aunque en la actualidad solo haya quedado uno en pie, han dejado huella en la ciudad.
En concreto en algunas de sus calles. Es el ejemplo de las calles Lavadero de Zafra, de Méndez y Tablas. Del primero se sabe que acabó en muy mal estado y no existen documentos gráficos que nos enseñen cómo era. No es el caso del Lavadero de Méndez situado en pleno Albaicín, que podemos observar en la siguiente foto donde unas mujeres lavan la ropa en este lavadero sin techar al aire libre.

Rico. Cabra del Santo Cristo (Jaén). Fuente: Casa Cerdá y Rico.
El lavadero de Tablas, que estaba ubicado en la calle del mismo nombre, sin duda era el más popular entre los lavaderos privados ya que estaba en una de las zonas más habitadas de la ciudad. Sin embargo tampoco hay fotografías o grabados de este lavadero.
Es destacable también el caso del Bañuelo, que antes de ser restaurado por Torres Balbás fue usado como lavadero público gracias a las pilas que construyeron en la sala más grande: el tepidarium. De esto conservamos un grabado del siglo XIX y una foto del XX en los que se puede observar cómo era este lavadero antes de la restauración.

Pero sin duda, el más popular de todos era el de Fuente Nueva, también público, donde no solo se encontraban las mujeres cuando iban a lavar, sino todo tipo de personas. Esto se debe a que, al lado del lavadero, se construyó tanto un pilar donde los vecinos se abastecían de agua, como un abrevadero para que los animales pudiesen beber, ya que estaba situado en un cruce de caminos importante. De este conjunto se conserva el pilar, que, aunque modificado, ahora está ubicado al principio de la Cuesta del Realejo.

Finalmente, el único que ha llegado hasta nuestros días es el lavadero de la Puerta del Sol, en el Realejo. Actualmente no tiene ningún uso y, a pesar de su importancia como testimonio de estas infraestructuras, permanece olvidado por las instituciones del patrimonio.
Si quieres conocer la historia de estos lugares tan interesantes del patrimonio granadino no te pierdas nuestra visita «Realejo Desconocido«.
Fuente: Fuente: Morales, D. J. (2018). Lavaderos públicos en la Granada del XIX según el Diccionario de Pascual Madoz. e-rph, 148-183.