El Día de la Cruz, como casi todos bien sabemos, se celebra el 3 de mayo de cada año, fecha en la que las calles se llenan de decoraciones tradicionales, de vida y de cruces, algo que esperamos que vuelva a la normalidad lo antes posible tras el covid-19.
Las cruces que se colocan en cada calle y cada plaza tienen distinta decoración y pueden variar mucho de unas a otras. Todas comparten unos elementos en común: la tradición del pero y las tijeras.
Para alguien de fuera de Andalucía es más complicado explicarle el porqué de esta costumbre, ya que la distinción entre “pero” y “manzana” solo se da en esta parte de España. La manzana sería solo la de color rojo, mientras que el pero es una manzana verde. Sabiendo esto resulta más fácil entender por qué se colocan en todas las cruces unas tijeras clavadas en un pero. Y es que esta tradición pretende justamente eso: cortar todos los “pero”.
Normalmente, cuando se hace una crítica, se suele decir “Me gusta mucho, es muy bonita, pero…”, o dicho en granadino, ‘es mu bonica, pero…’, frases después de las cuales vienen todas las críticas.
Por lo tanto, las tijeras cortando el pero son una indirecta a la persona que viene a admirar la cruz. De este modo se intentan evitar todas las críticas negativas que podría recibir. Sin embargo, aunque puede resultar el más curioso, este no es el único elemento que tienen en común todas las cruces.
También es algo muy típico colocar cerámica para decorar el lugar donde está expuesta la cruz. Se incluyen objetos de taracea, de madera tallada o cobres. Los mantones de manila son otro elemento tradicional que en este caso se coloca tanto en las paredes como en la mesa a modo de mantel donde colocar otros objetos decorativos.
Tradicionalmente, la cruz se ha revestido siempre con claveles rojos, pero con el tiempo esto ha ido cambiando y cada vez es más común ver otras cruces con decoraciones alternativas tales como frutas o material escolar.